jueves, 6 de junio de 2013

La Construcción, fragmento del libro "Desprográmate" CEO

La naturaleza es sabia y nos da todo lo necesario para vivir, depende de nosotros saber reconocer nuestras funciones y capacidades, que nos hacen y constituyen.


Así como un corazón tiene la función de bombear y purificar la sangre, así cada parte de nosotros tiene una función, una razón de ser, que puede que se haya condicionado o limitado por algunos factores externos, pero que debemos de reconocer para así dar una solución efectiva.

Lo mismo pasa en nuestra mente, nuestros sentimientos, que tienen una razón de ser para el resto de nuestra humanidad, pero que han podido ser condicionados y modificados por elementos que son necesarios ubicar, pensemos en una enfermedad grave, que después de ella, quedan ajustados en algunos órganos internos y debemos de actuar con responsabilidad para no enfermar más o complicar nuestra salud.

Lo mismo en nuestra personalidad, conocer estas características nos permitirán ser más efectivos en la resolución de una situación o actividad determinada.

Estas características son para todos, hombres y mujeres, y pueden variar de alguna manera, por la sociedad, cultura, religión y otros factores, que ahora presentamos. Y que juntos forma estos elementos o bloques de una unidad, así como una pared esta formada de muchos bloques, así nuestra persona. 

Separo en hombres y mujeres porque hay elementos propios de cada sexo que no se aplican de la misma manera una misma circunstancia. Lo podemos ver en algo tan simple como el arreglo personal, mientras una mujer le da importancia a ciertos elementos, un hombre a otros, por cuestiones que no son solo fisiológicas, sino que afectan todo nuestro ser.

La bilogía ha confirmado esto, el cerebro femenino tiene cualidades distintas a las masculinas, sin hacerlo mejor o peor, lo que nos hace individuales  y   complementarios, como ya lo habíamos dicho antes.

Trataremos de ser prudentes en las siguientes características apoyándonos en la antropología para dar un sentido a las reacciones y comportamientos humanos.

Respondamos algunas preguntas que nos darán pistas de esto:

1-. ¿Te consideras como una persona que piensa o sobre todo alguien que siente?
2-. ¿Cuándo ves a una persona arreglada, te fijas en como se ve en conjunto o en los detalles de su arreglo?
3-. ¿Cuándo trabajas o estudias sientes tener capacidad de hacer una sola cosa o sientes la capacidad natural de hacer varias al mismo tiempo?
4-. ¿Cuándo estas frente a un problema, te fijas sobre todo en los medios más efectivos a emplear o tomas en cuenta a las personas para no herir a nadie?
5-. Al pensar en matrimonio: ¿piensas más en tu pareja o en los hijos?
6-. Al estar frente al sexo opuesto, ¿Cuáles son las cualidades que más admiras?
7-. ¿Qué defectos te molestan más?
8-. ¿Qué esperas del sexo opuesto?
9-. ¿Qué características deberías desarrollar para responder mejor al sexo opuesto?
10-. ¿El pensamiento masculino y femenino, son completamente opuestos?

Para algunos antropólogos como Margaret Maed los rasgos típicos de uno y otro sexo, son el resultado de hábitos y usos sociales, culturales de cada pueblo o región.

Algunos rasgos como la pasividad, obediencia, timidez, coqueteo, se presentan más en ciertas sociedades tanto en hombres como en mujeres. 


Sin embargo las diferencias no son absolutas, ya que otros elementos como la educación, familia influyen en esta forma de ser (...) fragmento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario